SAN JUAN: LUZ, TRADICIÓN Y COMUNIDAD

SAN JUAN: LUZ, TRADICIÓN Y COMUNIDAD

Cada año esperamos con ilusión la llegada del 23 de junio para unirnos a una fiesta muy ligada a nuestro entorno y raíces: la noche de San Juan. La celebramos, junto con nuestros vecinos, en el Areal de Berres, junto al río Ulla, muy cerca de nuestro taller. Este rincón, en el que la naturaleza se expresa libre y nos acoge en su verde frondosidad, se convierte en el escenario de un ritual marcado por la luz y el fuego que da la bienvenida al solsticio de verano.

Una vez más, desde arturo alvarez colaboramos con un montaje de lámparas para iluminar la noche más corta del año. En esta ocasión la instalación estuvo formada por colgantes de la colección Pili, en una composición de gran impacto visual. Con su irregularidad armónica y envolvente, el conjunto se integró en el hermoso paisaje del río. Encanto y misterio para una noche mágica.

Luz, naturaleza, tradición, comunidad… Son muchos los aspectos que hacen única la noche de San Xoán do Areal. La colaboración de los vecinos en la preparación de la fiesta, la reunión al caer la tarde para disfrutar de la cena, los bailes tradicionales. Después del «luscofusco», cuando la noche reclama su turno, la gente camina hacia el río, y del silencio de las aguas del Ulla surge una barca. En la barca una mujer. Con la mujer una antorcha. Llega la luz. La luz que encenderá la hoguera.

 

Comienzan las danzas alrededor del fuego. Los vecinos, amigos, familias… en silencio, hipnotizados por el fuego, reflexionando sobre lo que se deja atrás, con el pensamiento puesto en sus próximas metas. Cuando las danzas acaban y el fuego baja, es el momento de saltar «a cacharela» para protegernos de lo negativo, para quemar lo malo y dar la bienvenida a lo nuevo. «Meigas fóra!»

En arturo alvarez nos sentimos muy afortunados de poder colaborar con la comunidad en celebraciones como esta, y de poder trabajar en un entorno natural como el que nos rodea. Si nuestras lámparas son como son es por este paisaje, por esta cultura, por la vida que se respira en el valle del Ulla, la tierra a la que estamos ligados, y el lugar en el que decidimos establecer la empresa hace ya más de 20 años. Y todo ello a pesar de que nos dijeron que debíamos marcharnos para triunfar. El tiempo nos ha dado la razón, y demostrado que otra forma de hacer las cosas es posible. Trabajando con las manos, dando forma con dedicación y cariño a objetos únicos con diseño y alma. Aprendiendo de la naturaleza y de la sabiduría de los artesanos de la zona. Encontrando equilibrio y armonía en las personas y en el entorno.

Solo así, solo aquí, podemos crear nuestras luminarias llenas de emoción, inspiradas en la naturaleza y el ser humano. Diseños que más allá de la función decorativa, contribuyan al bienestar y confort de las personas que quieran disfrutarlos durante toda la vida.